SAN SEBASTIÁN, ESPECIAL ABOGADO CONTRA LA PESTE Y TODO MAL CONTAGIOSO , GUERRAS Y DEMÁS CALAMIDADES PÚBLICAS

Una vez pasadas las fiestas navideñas, con aún algunos polvorones sobre nuestras bandejas y luces colgando de nuestras calles, la ciudad de Huelva empieza a preparar la primera de sus fiestas, las de su patrón, San Sebastián. Como viene siendo habitual desde hace ya varios siglos, los días previos al 20 de enero, festividad del Santo, son de mucho ajetreo: montaje de casetas y "cacharritos", presentación del cartel de las fiestas, la instalación del tradicional alumbrado, el pregón, etc. Con esta exposición virtual, desde el Archivo Municipal de Huelva queremos invitarte a recorrer parte de la historia de esta festividad tan onubense a través de un recorrido por nuestros fondos documentales, textuales y gráficos, representativos de la historia, culto y devoción de Huelva a su patrón San Sebastián.

Vida del Santo

San Sebastián, original de Narbona, ingresó en el ejército romano para ayudar desde su posición a sus amigos cristianos. Fue muy apreciado por los emperadores Diocleciano y Maximiano, quienes ignoraban su condición de cristiano, llegando a ser nombrado jefe de la cohorte pretoriana en Roma. Finalmente, fue denunciado por ello al emperador Diocleciano, quien lo condenó a morir asaeteado por sus compañeros. Fue llevado al estadio, donde lo desnudaron, lo ataron a un poste (o a un árbol) y le lanzaron una lluvia de flechas, dejándolo “...convertido en una especie de erizo”. A pesar de ello no murió, siendo curado de las heridas por Santa Irene en su casa. Una vez recuperado, decidió volver ante el emperador para recriminarle su actitud con los cristianos, quien esta vez lo mandó apalear hasta la muerte, arrojando después su cuerpo a una cloaca. En sueños se le presentó a Lucina, la cual recogió su cuerpo, que se encontraba pendiente de un gancho, y lo sepultó en las catacumbas de la Vía Apia, a los pies de San Pedro y San Pablo.

Iconografía

Los atributos que tradicionalmente se asocian a la iconografía de San Sebastián son el arco, las flechas y el tronco de árbol, aunque es habitual encontrar la palma del martirio o el casco y la armadura de su atuendo como soldado. Hasta el siglo XV, la forma más habitual de representar al Santo es maduro y con barba. Será a partir de dicho siglo cuando lo veamos joven e imberbe. Desde el siglo XVI, San Sebastián se convierte en una excusa para demostrar la destreza representando el desnudo masculino, predominando las escenas de su primer martirio. También es habitual asociarlo con Apolo, ya no solo por su belleza corporal, sino por el significado de las flechas, debido a que Apolo tenía la facultad de extender la peste con este instrumento.

Orígenes de la devoción a San Sebastián

Los orígenes de los patronatos divinos los encontramos en las epidemias de peste que asolaron Occidente en época medieval, acudiéndose a la intersección divina para combatirlas. San Sebastián, junto con San Roque, fueron los santos más populares ante estas calamidades. Al primero se le atribuye el cese de la peste en Roma en el 680, no quedando clara la relación del santo con la enfermedad. Se piensa en el martirio de las flechas como elemento vinculante, ya que, tanto en el cristianismo como en la cultura grecorromana, la flecha se asocia a la peste. En Huelva se levantarían dos ermitas dedicadas a estos santos, a la entrada y salida de la ciudad, para evitar la llegada de epidemias. De la de San Sebastián se tiene constancia desde 1516, situada en el levante, al final de la actual calle San Sebastián, mientras que la de San Roque se construye en 1582, al norte, en el camino a Gibraleón, donde hoy se sitúa la Catedral de la Merced. Desde esta época, ambas devociones ostentarían el patronazgo de la ciudad, siendo el 28 de abril de 1738 cuando el cabildo municipal nombra como patrón oficial a San Sebastián, pasando San Roque a un segundo plano. Su imagen aún se conserva en una de las naves laterales del templo catedralicio.

La imagen del Santo

Varias han sido las imágenes del Mártir con las que ha contado la ciudad a lo largo de los siglos. La primera talla del patrón se conserva a día de hoy en la Parroquia Mayor de San Pedro, siendo una imagen fechable en el siglo XIV, de pequeño tamaño, aunque de muy bella factura y de marcado corte clásico, con una anatomía blanda, sin intención de resaltarla profusamente. Por su reducido tamaño y lo aniñado de su rostro fue conocido como “San Sebastián el nano”. No se piensa que esta pudiese ser la imagen que estuvo originalmente en la ermita en 1516, llegando quizás algo más avanzada la centuria. De la misma época es la talla que aparece en el cementerio de San Sebastián, atribuída a Gaspar del Águila, que se encuentra en la sección de Bellas Artes del Museo de Huelva. No se cree que esta imagen llegara a ser oficialmente Patrón de Huelva, ni que fuese tampoco la que presidió la ermita por vez primera. San Sebastián "el nano" procesionaría hasta 1918, año en el que se estrena una talla nueva, de tamaño algo mayor y esta vez con barba, lo que le otorgaba un carácter más maduro. No terminó de agradar la talla al ciudadano onubense, siendo donada en 1926 al pueblo de la Redondela, donde hoy procesiona. De esta forma volvería a procesionar la imagen anterior ("el nano"), no siendo hasta 1941 cuando se realiza la actual talla del Santo, obra de Enrique Pérez Comendador. El artista representa al Mártir a tamaño natural, con una complexión atlética y con un cierto hieratismo y seriedad en el rostro, el cual no se adolece del martirio que está sufriendo. Pocas flechas atraviesan su cuerpo y es nula la presencia de sangre brotando de las heridas.

Fiestas y procesión

San Sebastián contó desde sus orígenes con una hermandad que se hacía cargo de sus fiestas. Estas tenían lugar originalmente en su ermita, donde se hacía una misa, sermón y procesión. Entre finales del siglo XVIII y principios del XIX, los cultos religiosos pasarían a celebrarse en la Iglesia de San Pedro, aunque la imagen permanecía en su ermita. La imagen era trasladada en la tarde de la víspera de su festividad a San Pedro, donde tenía lugar a la mañana siguiente la función en su honor. Tras esta se llevaba a cabo la procesión, mediante la cual el Santo era devuelto a su ermita. Todas las fiestas estaban revestidas de gran ornato y suntuosidad: se decoraban las calles y las casas, se instalaba iluminación eléctrica festiva; había actuaciones de la Banda Municipal de Música; se celebraban corridas de toros y juegos de cañas; y se tiraban fuegos artificiales al término de la velada celebrada en su honor. Más allá de estas salidas procesionales en su festividad, San Sebastián ha salido a la calle por otros motivos, como las procesiones de rogativas, que fueron las más antiguas y continuadas, así como con motivo de la procesión del Corpus, donde comenzó a procesionar en el siglo XVIII junto a otros santos. Al hilo de su festividad, es conveniente reseñar que el 20 de enero era un día festivo en la ciudad, lo cual se perdió con el paso del tiempo, pasando la imagen de procesionar por la mañana a la tarde noche, lo que propició que la procesión se trasladase al domingo siguiente, tal y como la conocemos hoy día. En el año 1931, tras diversas vicisitudes, es derribada la ermita de San Sebastián, pasando la imagen (primero la de "el nano" y luego la de Pérez Comendador) a ocupar una improvisada capilla en el depósito de cadáveres del cementerio, hasta que en 1949 se bendice la nueva iglesia con su advocación, a donde es llevado y desde donde procesiona hoy día. Con la desaparición de la hermandad del patrón, sería la Hermandad de los Mutilados la que se haría cargo de las fiestas en los años 60, pasando esta responsabilidad a la Hermandad de los Estudiantes en 1978, manteniéndose hasta la actualidad el Santo Patrón como titular de la misma.

La devoción de San Sebastián en Huelva siempre gozó de gran fuerza, habiendo constancia de mandas de misas y entierros ante su altar, así como de numerosas donaciones a su cofradía. A pesar de la salud con la que siempre gozó la devoción a San Roque y San Sebastián, Huelva ha contado en su historia con numerosos patronos, como son San Silvestre, también invocado contra la peste, San Vidal, abogado contra las sequías, así como San Felipe Neri y San Francisco de Borja, protectores contra los temblores de tierra, siendo invocados según las necesidades de la población. Con la desaparición de su barrio, en el entorno de la actual calle con el mismo nombre, antigua calle Huelva, la devoción y las fiestas al patrón se ven mermadas, siendo recuperadas poco a poco en la actualidad gracias a la incansable labor de la Hermandad de los Estudiantes y a la Asociación de Antiguos Vecinos de San Sebastián.

 

Texto: Alberto Silvera Martín (Técnico de Turismo en Archivo Municipal de Huelva)

Fondos documentales

-AMH. Fondo Municipal y Fondos Privados (Fondo Diego Díaz Hierro, Fondo Digital Antonio J. Martínez Navarro y Colección Cuadernos de Huelva de José Caballero))

Bibliografía

-Anónimo (1981): Procesión de la imagen del patrón de Huelva por el barrio de San Sebastián. En: Odiel, 21 de enero de 1981.

-Carmona Muela, Juan (1998): Iconografía cristiana. Madrid: Akal.

-Carmona Muela, Juan (2003): Iconografía de los Santos. Madrid: Akal.

-Díaz Hierro, Diego (1990): Patronato en Huelva del Señor San Sebastián. Huelva: Parroquia de San Sebastián y Hermandad del Santísimo Cristo de la Sangre y Nuestra Señora del Valle (Estudiantes).

-Díaz Hierro, Diego (1968): El Patronazgo del Señor San Sebastián en Huelva. En: Odiel, 20 de enero de 1968.

-Díaz Hierro, Diego (1969): San Sebastián, el perdurable. La ciudad que se olvidó de sus otros Santos Patronos. En: Odiel, 19 de enero de 1969.

-De Lara Ródenas, Manuel José (2015): El patronazgo de San Sebastián en Huelva. Historia de un secuestro. En: Archivo Municipal de Huelva. 750 aniversario (1265-2015). El investigador y el documento. Huelva: Ayuntamiento de Huelva y Cepsa. pp 30-31.

-Sugrañes Gómez, Eduardo J. (1996): San Sebastián. Barrio y Devoción en Huelva. Huelva: Ayuntamiento de Huelva y Fundación El Monte.

 

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