Mackay y MacDonald, Calle.
Una de las calles con más solera en la capital onubense es la calle Mackay y Macdonald, situada en el viejo barrio de San Sebastián, entre la avenida de Federico Mayo y la plaza de los Litri. Fue rotulada el 30 de diciembre de 1921, en honor de estos dos médicos, que fueron verdaderas eminencias y que dejaron en Huelva grandes dotes de sabiduría y humanidad. La calle que, según Diego Díaz Hierro, desde el siglo XVI era conocida con el nombre de calleja de Montrocas o Montrocal1, estaba rodeada de almendros y viñedos. En 1939 una vez terminada la Guerra Civil, la comisión gestora del Ayuntamiento, en su afán de cambiar los nombres de las calles que no estuvieran relacionadas con sus ideales políticos, decidió darle, por equivocación o ignorancia, su antiguo nombre y llamarla de nuevo calle Montrocal. Eso sí, tras la protesta por parte de uno de los concejales en la sesión celebrada el 7 de febrero de 19402 volvieron a llamarla calle Doctores Mackay y Macdonald. Entre los personajes británicos más conocidos en Huelva, y que dejaron, no solo parte de su vida sino también su sabiduría, su humanidad y su recuerdo en nuestra capital, están dos de los mejores médicos cirujanos que la colonia británica aportó a la comunidad onubense: los doctores William Alexander Mackay y Ian Macdonald Mackay, tío y sobrino, respectivamente.
William Alexander Mackay, nacido en Escocia en 1860, realizó sus estudios de medicina en Edimburgo, donde se doctoró por la universidad de dicha ciudad. El 12 de julio de 1883 llega hasta Huelva para trabajar en la compañía minera de Riotinto Company Limited y, un año después, se establece en la capital onubense para realizar sus trabajos de medicina en el hospital que la compañía británica había establecido en Huelva. Hasta 1913 estuvo residiendo en el Hotel Colón, propiedad de la compañía minera, pero, en este año, la inauguración de la clínica y la casa que mandó construir en las llamadas Viñas de San Pedro hicieron que abandonara esta residencia y estuviera viviendo en este lugar hasta su muerte, que se produjo en 1927 en su país, Escocia. Fue socio fundador del Club Decano, además de ostentar la presidencia del club entre 1903 y 1906 para, después de dejarla, ser nombrado presidente de honor, cargo compartido junto al rey Alfonso XIII.
También fue nombrado médico asesor del Huelva Seamen´s Institute (Instituto de Hombres del Mar), que fue creado en la ciudad de Londres en el 8 de octubre 1891 y que tenía su dirección en carretera del Odiel (avenida de Italia). Sus grandes dotes y su calidad humana se vieron refrendadas en Huelva con la concesión, por parte del Ayuntamiento, del título de Hijo Adoptivo de la Ciudad el 7 de junio de 1923 y la rotulación de una calle con el nombre de calle Doctores Mackay y Macdonald, el 30 de diciembre de 1921. No obstante, se le tributaria un homenaje más, en la década de los noventa: la creación en el pueblo onubense de Gibraleón de la Peña Recreativista Mackay, que puso un broche de oro en la memoria de este escocés afincado en Huelva al que se le debe, más que a nadie, el nacimiento del Real Club Recreativo de Huelva.
Juan Macdonald Mackay, al igual que su tío W. A. Mackay, era escocés y nació el 5 de julio de 1873 en Argyll y falleció a los 59 años el 13 de noviembre de 1932 en Londres. Los estudios de Medicina los realizó en la Universidad de Edimburgo, lugar donde se licenció en 1895 y donde se doctoró en 1898, también se doctoró en París en 1903. Su llegada a Huelva se produce tras la llamada que le hace su tío desde la capital onubense, donde llevaba ya quince años, que le propuso que se uniera a él. Entusiasmado con la idea, no dudó en viajar hasta Huelva y estar junto a su tío, que ya estaba considerado una eminencia. Una vez obtenido el pertinente permiso para poder ejercer como médico en España, comenzó a trabajar también en la compañía minera de Riotinto. Fue nombrado Académico de las Reales Academias de Medicinas de Zaragoza y Sevilla, miembro de las Sociedades de Patología Exótica de París y Londres y diplomado por la Asamblea Suprema de la Cruz Roja Española. Pero al igual que William Alexander Mackay, su tío, el Consistorio de la capital onubense le tributó el mismo homenaje, dedicándole una calle el 30 de diciembre de 1921 y nombrándole Hijo Adoptivo de la Ciudad el 7 de junio de 1923. Las aportaciones de este cirujano al mundo de la medicina española se ven reflejada en numerosos escritos y publicaciones de los que destacamos ´La malaria en relación con los mosquitos en la provincia de Huelva´ (1903), ´Investigación sobre el paludismo en la provincia de Huelva´ (1910) y ´Las crisis viscerales de los edemas angioneuróticos´ (1925), este último, junto al médico onubense Dr. Rogelio Buendía Manzano.