Con una gala lírica a cargo de la Banda Sinfónica Municipal y las voces del tenor Fran Escala y la soprano Aurora Gómez, el Ayuntamiento de Huelva ha inaugurado la remodelación de la Plaza de La Merced, convertida en una platea accesible, física y visualmente, para contemplar y poder deleitarse con el conjunto monumental de La Catedral. Como un patio de butacas, disponible y gratuito, dotado con distintas estancias y un espacio central volcado hacia el BIC, a modo de teatro al aire libre con la Iglesia Mayor de la diócesis onubense y la Universidad de Huelva como telón de fondo.

 

La alcaldesa de Huelva, Pilar Miranda y el obispo de Huelva, Santiago Gómez han sido los encargados de descubrir la placa que atestigua la reinauguración de la nueva plaza en un acto arropado por la Corporación Municipal, con el equipo de Gobierno a la cabeza; autoridades civiles y militares; representantes de colectivos y asociaciones onubenses; vecinos de La Merced y de sus barriadas limítrofes. 

 

Tras más de un año de obras, “se devuelve el espacio a la ciudad” ha dicho Pilar Miranda destacando “la adaptación del proyecto original al gusto de quienes la tienen que disfrutar, para fomentar su uso, porque queremos llenarla de vida y que los vecinos la sientan propia”. De esta forma, la alcaldesa ha explicado que las obras deben adaptarse a las necesidades y demandas de sus ciudadanos, porque las obras, los proyectos, como la ciudad, no son de nadie, o más bien, son de todos, sin protagonismos de este o aquel, son patrimonio de todos los onubenses”. Por eso, ha continuado “nos hemos esforzado para dar respuesta a las demandas de los vecinos, reformando el proyecto original, sin imposiciones, para hacer una plaza al gusto de quienes la tienen que vivir”. Unas mejoras relacionadas principalmente con el incremento de zonas verdes, la ordenación del tráfico y el refuerzo de la iluminación y el mobiliario urbano que “han sido posibles llevando un control exhaustivo y constante del desarrollo de las obras, haciendo un seguimiento permanente para responder con eficacia y rapidez a las necesidades han ido surgiendo”.

 

En este sentido, se han multiplicado por cuatro las zonas verdes previstas, incorporando árboles de gran porte para garantizar la sombra; reordenando toda la circulación, permitiendo la continuidad del tráfico rodado en el Paseo Independencia y prohibiéndolo en el frente de la Catedral y la Universidad para proteger el BIC, pero desviándolo con los nuevos carriles de la calle Médico Luis Buendía; incorporando una iluminación artística y espectacular; garantizado la accesibilidad universal, incrementado las zonas de estancia, con bancos cómodos y muy vistosos estratégicamente situados para disfrutar de la contemplación de las fachadas monumentales. 

 

Ampliada en más de 2.500 metros cuadrados respecto la antigua plaza, la nueva Plaza de La Merced es un espacio limpio, seguro, versátil y sobre todo accesible a toda la ciudadanía y a sus visitantes para un uso multifuncional con posibilidades para la instalación esporádica de mercadillos locales de gastronomía o artesanía; para la organización de actividades culturales como exposiciones; para la práctica deportiva o el disfrute al aire libre tanto de jóvenes como a mayores; o para el desarrollo de eventos y espectáculos, con el altillo de La Catedral como el mejor escenario y telón de fondo para todo tipo de celebraciones.

 

Queda inaugurado, de esta forma “un espacio emblemático, cargado de historia y tradición, una plaza de Huelva, 100% choquera, convertida en un pulmón verde, en la que vamos a seguir trabajando para crear un 'Pulmón Social', un espacio de inclusión e integración para, dotar a este barrio señero y lleno de sabor de una nueva plaza orgullo de la ciudad” ha dicho la alcaldesa consciente de que “la reforma de un espacio público histórico es sin duda una de las obras más complicadas que se acometen en una ciudad, porque están clavados en la retina, en el corazón y en el alma de los ciudadanos, generación tras generación, más en el caso de una plaza donde se viven experiencias de todo tipo”. Sin embargo, “la ciudad es un organismo en continuo cambio y es preciso adaptarla a los nuevos tiempos, a las nuevas necesidades de los ciudadanos, a las características viarias, sociales, tecnológicas, sostenibles, accesibles de la sociedad actual” con la dificultad añadida en este caso, ha señalado la alcaldesa “de esta Plaza de La Merced, que tiene una ubicación estratégica, al ser límite exterior de la ciudad histórica, rodeada de viarios estructurantes y de barriadas legendarias donde las necesidades de espacios libres son mayores, constituyendo un verdadero pulmón para la ciudad”.

 

APUNTES HISTÓRICOS

 

La Plaza de La Merced toma su nombre de la Catedral y el antiguo convento. En sus comienzos fue una explanada que no tendría arboleda hasta mediados del siglo XIX, gracias a la siembra de palmeras conmemorativas del IV Centenario del Descubrimiento de América. 

 

Hasta 1921 la plaza estaba aún terriza, pero se urbanizó y durante casi todo el siglo XX, el espacio estuvo marcado por la presencia de un templete de música en el que se celebraba la velada de la virgen de la Cinta, patrona de la ciudad.

 

Ya en el siglo XXI, en el año 1975, el arquitecto Alfonso Jiménez Martin, diseñó un espacio de estancia ajardinado y estructurado en diferentes alturas, con materiales modestos, básicamente obra de fábrica, hormigón y mobiliario de forja, utilizando colores ocres que empastaban con los de la Catedral y la Universidad que presiden su flanco Norte.