Calle situada en la zona centro de la capital, entre Ciudad de Aracena y San José. Fue rotulada el 25 de marzo de 19191. Está dedicada a Isaac Peral Caballero, militar y científico nacido en Cartagena en 1851 y fallecido en Berlín en 1891. En 1865 ingresa en la escuela naval y, más tarde, sería destinado en el cañonero Dardo, tomando parte en el desembarco llevado a cabo en Nuevitas (Cuba). Después de servir en el apostadero de Filipinas, es nombrado profesor de física y matemática en la escuela de ampliación de estudios de la armada en 1882. A partir de este momento, Isaac Peral comienza a concebir la idea de la navegación submarina, trabajando en un proyecto que más tarde lo lanzaría a la fama mundial por haber sido el inventor del primer submarino en 1888 y, aunque las pruebas efectuadas por el científico español fueron satisfactorias, el entonces ministro de marina, el vicealmirante Pezuela, no dio el visto bueno para su utilización. Posteriormente, Isaac Peral dejó su carrera militar y el submarino fue pretendido por varios gobiernos para que les fuera cedido el invento. El submarino fue construido en el arsenal de La Carraca y para su propulsión fue utilizado un motor eléctrico alimentado por unos acumuladores inventados por él mismo.
Esta calle es una de las calles más antiguas de la capital. Durante el siglo XVI fue conocida popularmente con el nombre de calle del Peral, puesto que una de sus casas albergaba un peral. Diego Díaz Hierro, en su libro ´Historia de las calles y plazas de Huelva´, nos desvela en la página 589 que, con fecha del 19 de enero de 15152, aparece en libro de Actas Capitulares la calle en cuestión.
Tras la Revolución de septiembre de 1868, los nombres de las calles fueron sustituidos por otros relacionados con los ideales propios del momento y a ésta le tocó vivir uno de estos cambios: el 7 de octubre de 18683 se rotulaba con el nombre de Orense, en recuerdo a José María Orense Herreros, escritor y político republicano al que en 1905 el Ayuntamiento le dedicó de nuevo una calle en el barrio del Matadero.
En 1875, una vez que fue restaurada la monarquía por el rey Alfonso XII, el Consistorio decide que las antiguas nominaciones de las calles deben ser restauradas con su primitivo y popular nombre. Es en la sesión del 4 de marzo de 18754, cuando el nombre de Calle del Peral vuelve a su origen, permaneciendo desde entonces hasta 1919.