Las niñas de la Manola marcan un hito en la historia de las sevillanas, al ser el primer grupo netamente femenino. Formado por Ana, Cinta, Isabel, Manoli y Mari Carmen. En el aspecto artístico fueron cinco voces frescas que se sumaron al gran abanico musical del boom de las sevillanas, con un estilo propio muy flamenco que ha creado escuela entre los grupos femeninos que se han formado posteriormente.
Corría el año 1982 cuando dos grupos muy vinculados a la Hdad. del Rocío de Huelva se unen para crear el primer Coro que tuvo dicha Hermandad. Por un lado, las que en un futuro serían las Niñas de la Manola, y por otro Los Zorongos, incorporándose varias voces más hasta llegar a los catorce miembros que tuvo el Coro en sus inicios, y dirigidos por el compositor Onofre López.
Al año siguiente encargan una misa rociera a su director Onofre López, que se estrenó en la peregrinación anual ante la Señora. Y fue tal su éxito que por primera vez se aplaudió a un Coro dentro de la Ermita del Rocío.
La misa tuvo tanta aceptación que la Junta de Gobierno aceptó grabarla en un disco, siendo presentada el 16 de Mayo de 1984.
Un año antes de que El Coro de la Hdad. de Huelva grabara este disco. Juanini de "Marismeños", ya se había fijado en un grupo de chicas que cantaban sobre una manola (coche de caballos) en una reunión en el Rocío, y tras escucharlas les dijo "tenéis que grabar, vuestras voces suenan muy bien". Aunque ellas no hicieron caso a esas palabras y pasó el tiempo.
Pero un día de la Semana Santa de 1984, el grupo de amigas se encontraba blanqueando su casa del Rocío, cuando se les acercó de nuevo Juanini y les dijo "Niñas, ya está todo preparado para que en Octubre vayáis a Madrid y grabéis", y ese fue el comienzo del grupo.
El nombre del grupo surgió popularmente. El público comenzó a llamarlo Las niñas de la Manola, porque iban al Rocío montadas en una Manola. Y cuando le preguntaron a Juanini, que nombre artístico se iban a poner, éste les contestó con su habitual simpatía, "pues Las niñas de la Manola, que es como os conocen".
Su primer disco lo grabaron en 1984 con la casa discográfica Hispavox. Muy arropado por un elenco de autores y compositores, como el propio Juanini, José Manuel Moya, Paco Coria, Juan Díaz, o Sánchez Morales entre otros. Obteniendo un rápido reconocimiento dada la calidad de la conjunción de sus voces, y por su valentía, dado que hasta ese momento fue el único grupo en el género de las sevillanas formado íntegramente por mujeres. No faltaron nunca a su cita anual con las sevillanas, grabando un disco cada primavera. Mas tarde, grabaron con diferentes casas discográficas BBCA, Rércord, etc. hasta un total de 9 discos, todos de sevillanas, el último editado en 1991, con arreglos de Pareja Obregón.
Cinco voces frescas que se sumaron al gran abanico musical de las sevillanas durante el Boom de este género que aportaron alegría con un estilo muy flamenco, con temas rocieros y letras que pellizcan el alma. Aunque pese a su intensa actividad artística, Las niñas de la Manola nunca se dedicaron profesionalmente a la música de forma exclusiva, dado que todas mantuvieron sus empleos, y tenían que compaginarlo buscando huecos para ensayar, grabar y desplazarse a las diversas localidades donde la contrataban para actuar.
La dificultad de trabajar y actuar al mismo tiempo, y el hecho de que a principio de los años 90 se produjo una decadencia en las sevillanas, hizo que casi de forma imperceptible fueran dejando el mundo de las sevillanas sin que representara un drama para ellas.
La última actuación que celebró el grupo fue en 1996, cuando salió designada Hermana Mayor de la Hermandad del Rocío de Huelva, María del Carmen, una de sus integrantes. Posteriormente le surgieron varias actuaciones pero no quisieron actuar en ningún sitio.
En 2011 colaboraron en la sevillana "Con aires de Huelva", interpretada por Cantares de Huelva en el disco "Pensando en tí".
La calidad de las sevillanas que interpretaban Las Niñas de la Manola era tan notoria que títulos como Mi guitarra, Cinta y Rocío, Rociero del mañana, Esa gente de los carros, Alegría en la Senda, o Huelva por los caminos entre otras, siguen cantándose en el peregrinar anual hacia la Aldea del Rocío.
CADA año, cuando mayo culminaba en todo su esplendor y se convertía en égloga, cuando las noches eran tibias y suaves y estaban impregnadas de aroma de romero y jara y, sobre todo, de devoción y amor al Lirio de la Marisma, sobre el albero tapiz del camino que conducía al Rocío, destacaban las siluetas de hermosos alazanes enjaezados y dominados por avezados jinetes y de las simpáticas carretas saltarinas. En una de ellas, cinco mujeres de Huelva, Cinta, Isabel, Marí Carmen, Manoli y Ana, componentes de un grupo que se llamaba Peña rociera la manola, auténtico bouquet de flores, animosas, rocieras, cantaban y bailaban sevillanas porque así también se rinde pleitesía a la Virgen del Rocío. Un día se acercó a la fémina reunión Juanini, del grupo de Los Marismeños y tras escucharlas les dijo: "Tenéis que grabar, vuestras voces suenan muy bien". Ellas no echaron cuenta de las palabras del marismeño y los meses fueron pasando.
Un buen día de la Semana Santa de 1984, cuando las amigas estaban blanqueando su casa del Rocío, llegó impetuoso Juanini y dijo: "Niñas, ya está todo preparado para que en octubre vayáis a Madrid y grabéis". Y así comenzó todo.
En este punto, tenemos que hacer hincapié que el grupo que historiamos nació al amparo del primer Coro que tuvo la Hermandad del Rocío de Huelva, cuya dirección la desempeñaba ese gran profesional llamado Onofre López. Las voces de este Coro eran 14 ó 15 y Las Niñas de la Manola se separaron del mismo para formar un conjunto propio. No obstante, siguieron cantándole a la Virgen en todos los actos que fuesen necesarios.
Llegó la fecha prevista y la grabación del disco de sevillanas, en la casa Hispavox, las obligó a presentar el disco y a realizar diversas actuaciones de las que salieron triunfantes, ya que sus voces eran buenas y estaban muy conjuntadas. Más tarde, grabarían en las casas BBCA, Récord… hasta un total de 9 discos, todos de sevillanas, el último editado en 1991, con arreglos de Parejo Obregón.
Era curioso, pero ninguna tenía antecedentes musicales; a lo más, una de ellas, era sobrina de Tuly Fernández que fuera en una tournée con la inolvidable Niña de Huelva. En esta primera etapa del grupo, su repertorio estaba compuesto en su totalidad por sevillanas y llevaban dos guitarras, un tambor, la pandereta y palillos. A pesar de que las letras de sus sevillanas tenían sentido, gracia y alma, que emocionaban por estar dedicadas a la Virgen del Rocío, cuando llevó la representación del conjunto Manolo Rubio, tuvieron que añadir pasodobles (entre ellos uno confeccionado por Pepe Roca, titulado Cinco voces cantaoras, que era realmente precioso), y fueron acompañadas por una orquesta. Con el transcurrir del tiempo, añadieron a su repertorio rumbas y fandanguitos en sus actuaciones.
El nombre del grupo surgió popularmente. El público comenzó a llamarlo Las Niñas de la Manola, porque iban al Rocío en una manola (coche de caballos).
Un día le preguntaron a Juanini: "¿Qué nombre artístico nos vamos a poner?".
El marismeño exclamó con su habitual simpatía: "Pues Las Niñas de la Manola" que es como os conocen".
En este punto conviene que dejemos paso a la anécdota. Así, en Madrid les preguntaban que cuál de ellas era la madre de las niñas. Las suponían hermanas y que su madre se llamaba Manola.
Las letras de sus canciones las componían para ellas auténticos poetas, que aportaban óptimos temas, nuevos metros, nuevos aires musicales… Ellas, elegían las que les gustaban eliminando las otras. Entre los trovadores citemos a Paco Millán, Eduardo Fernández Jurado, Juan Díaz (integrante del grupo Los Romeros de la Puebla), Feliciano Pérez
La calidad de las sevillanas que interpretaban Las Niñas de la Manola era tan proverbial que títulos como Cinta y Rocío, Rociero del mañana, Esa gente de los carros, Alegría en la senda y Huelva por los caminos, siguen jaleándose todavía en el peregrinar anual hacia la aldea inmortal o en reuniones de amigos.
El éxito meteórico del grupo desbordó todas las previsiones de las mismas integrantes del posiblemente único grupo en su género formado en su totalidad por mujeres.
Se puede decir que durante su trayectoria actuaron incontables veces recorriendo miles y miles de kilómetros, dentro y fuera de Andalucía, ellas, en los coches, y los músicos en la furgoneta con el equipo musical y el equipaje de ellas. Así, pisaron los escenarios de Málaga, Sevilla, Madrid y sus pueblos, Ciudad Real, Cádiz y algunos pueblos de esta provincia (en La Línea de la Concepción fueron madrinas de Sevillanísimas-86), Zaragoza, Galicia, Sur de Portugal… En ocasiones, pasaban los apuros que conllevan tanto viaje: se averiaba algún coche o la furgoneta y se quedaban "tirados" en la carretera.
En Madrid actuaron muchas veces en la Sala de Fiesta Al Andalu". Tenían un público tan fiel que iban a verlas actuar todos los días. En esta capital, fueron partícipes de muchas fiestas flamencas privadas.
En su patria chica fueron numerosas sus actuaciones: en las Casetas de las Fiestas Colombinas (caseta de Los Marismeños, en una oportunidad tomaron su actuación las cámaras de Canal Sur para ofrecérsela a Andalucía) y Velada de la Cinta; en los Gazpachos y Calderetas rocieros; en salas de fiestas como Piranchelo (donde presentaron su L. P. Sevillanas, 86), en el Gran Teatro. En el llamado Barrio de las gallinas, entrada inmediata al Rocío, se tomó por costumbre que Las Niñas de la Manola le cantaran al Simpecado y los sucesivos Hermanos Mayores les volvían el Simpecado para que le cantaran… También actuaron en los estudios de Canal Sur Televisión, cuando se situaban en el Paseo Colón. Es relevante añadir que algunas de sus actuaciones fueron gratuitas, al considerar el conjunto que el colectivo organizador del acto o la finalidad del mismo merecían la pena. Como curiosidad, añadamos que el 12 de abril de 1985 se debía celebrar un festival flamenco en el Polideportivo Andrés Estrada, bajo el patrocinio del Gobierno Civil y el Ayuntamiento de Huelva, en un espectáculo netamente huelvano denominado El arte en primavera, donde estaban anunciadas las actuaciones de Los Marismeños, Blanca Villa, Las Niñas de la Manola, Teresa Real, Requiebros y Paco Toronjo. A ultimísima hora fue suspendido, celebrándose semanas más tarde. Su finalidad era encomiable: recaudar fondos para que se hiciese gozosa realidad la construcción de la nueva sede que en la actualidad se levanta en la Avenida de Andalucía.
Pese a esta intensa actividad artística, Las Niñas de la Manola mantuvieron sus empleos, buscando los huecos para ensayar, grabar y desplazarse a las diversas localidades en donde se exigían su presencia para actuar. Y es que para bien o para mal, las componentes de este grupo nunca se dedicaron profesionalmente a la música. Y este fue el motivo primordial por el que el grupo cesó en su actividad: Era muy difícil trabajar y actuar al mismo tiempo. Así, salían del trabajo a las siete de la tarde y se desplazaban a actuar a Málaga, actuaban y, sin el menor descanso, marchaban a nuestra ciudad para reintegrarse a sus puestos de trabajo a las ocho de la mañana. También ocurría que a mediados de la década de los noventa se produjo una decadencia en las sevillanas. Así, Los Marismeños, Los Romeros de la Puebla y otros grupos profesionales debían aceptar, para seguir adelante, los contratos que les surgieran. A ellas les surgían contratos desde todos los puntos de España y le decían a Manolo Rubio que no podían ir a cumplimentarlos, ya que no podían solicitar más permisos en sus empresas. Y, casi imperceptiblemente, fueron dejando el mundo de la farándula sin que representara para ellas un drama. Por cierto, la última actuación que celebró el grupo fue cuando salió designada Hermana Mayor de la Hermandad del Rocío de Huelva, en 1996, una de ellas, María del Carmen. Después, le surgieron varias actuaciones pero no quisieron actuar en ningún sitio.
Alegría, belleza, canciones de devoción y de alabanza a la Virgen del Rocío, letras que pellizcan el alma, fina manzanilla, farolillos, arena, romería, guitarra y baile, en definitiva, amables lectores,
Las Niñas de la Manola y ¡Olé!