La alcaldesa de Huelva, Pilar Miranda y la concejala de Infraestructuras y Servicios Públicos del Ayuntamiento de Huelva, Mariló Ponce, han plantado esta mañana unos naranjos para rematar los trabajos de renovación de acerados en la calle Isla Cristina. Se trata de una actuación de reforma del pavimento en el tramo situado entre las calles Andalucía y Mazagón que, como ha dicho la primera edil, “es una nueva apuesta por la accesibilidad en la tradicional barriada de Tartessos”.
“Unas obras en la que hemos atendido las demandas de los vecinos, cambiando la arboleda, al trasplantar las tipuanas y apostar por naranjos” ha explicado Miranda apuntando que “era una actuación totalmente necesaria, pero la borrasca ‘Bernard’ la convirtió en prioritaria, porque arrancó cuatro árboles, destrozando los alcorques y empeorando la situación del acerado ya de por sí bastante dañado”. En este sentido, la alcaldesa ha asegurado que “puede resultar una pequeña actuación sin importancia, pero es clave para mejorar la calidad de vida de los vecinos que diariamente la transitan, para acceder a sus hogares y al cercano colegio, principalmente”.
La intención es, como ha asegurado Miranda “seguir avanzando, calle a calle, barrio a barrio y dar respuesta a los vecinos, como en esta zona emblemática de la barriada de Tartessos donde hemos recuperado una imagen tradicional de acerados salpicados de naranjos”.
La actuación ha supuesto la renovación completa del acerado de la calle Isla Cristina, en el tramo situado entre las calles Andalucía y Mazagón. Un acerado de la década de los 70, con más de 50 años de antigüedad, cuyo mantenimiento se ha visto afectado por las raíces de los árboles.
El arbolado de ese tramo de la calle estaba protagonizado por unas tipuanas, grandes y frondosas, que además de levantar el acerado, causaban molestias a los vecinos porque tapaban sus ventanas y ensuciaban la calle. La borrasca ‘Bernard’ tumbó cuatro de ellos el año pasado, descalzando el resto, poniendo en riesgo su estabilidad y la seguridad ciudadana. Para solucionar el problema, los ejemplares supervivientes se han trasplantado a la zona de Pérez Cubillas, junto al nuevo juego infantil previsto en el Parque San Francisco de Asís. Se han reconstruido los alcorques y se han plantado entre los dos acerados 16 naranjos.
Las obras se han realizado en dos fases, la segunda se está terminando en el acerado colindante con el CEIP Tartessos. La superficie total de actuación es de 720 metros cuadrados, unos 360 metros en cada lateral.